Encuentro fortuito

Sept-7-2011




Hoy, la vi. Supe que era ella porque tenía los ojos de su madre y el cabello rebelde como el mío. Ella, naturalmente no me reconoció pues aun era muy pequeña cuando…cuando las deje de ver: a ella y a su madre. Y hoy, después de tantos años la he encontrado. Al principio no estaba seguro de que en realidad fuera ella y me atreví a preguntarle su edad -Dieciséis- contesto, confirmando mis sospechas. Debe ser ella- pensé; después sonrió y se marcho, llevándose con ella la oportunidad de conocer a quien alguna vez escuche llamarme “papá”.

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